En esta fiesta los pretendientes festejaban a sus amadas contratando grupos musicales para que las rondasen. Ellas a su vez obsequiaban a los músicos con buñuelos y vino dulce.
Esta antigua tradición coincide con la víspera de Santa Úrsula y las 11.000 vírgenes. Santa Úrsula era hija de un príncipe británico que fue prometida en matrimonio. Después de ir a Roma en peregrinación, se dirigió a Colonia con su séquito de doncellas (la leyenda magnifica su número quizás para remarcar la crueldad del hecho) pero allí se encontraron con que los hunos se había apoderado de la ciudad. Fueron martirizadas al no acceder a los deseos carnales de los ocupantes.
Actualmente la fiesta ha evolucionado convirtiéndose en una ocasión más para que los jóvenes se diviertan recorriendo con las calles de pueblos y ciudades la noche del 20 de octubre. Destacan las celebraciones de Búger, Marratxí, Porreres, Palma y Alcudia. En algunas localidades incluso las bandas municipales se suman a la fiesta. Se han incorporado recientemente canciones estudiantiles y regalos de flores, además de los típicos buñuelos y el vino dulce. Se consumen básicamente dos tipos de buñuelos, unos al horno rellenos de nata, crema o trufa y otros fritos elaborados con patata.
Los buñuelos más tradicionales son los elaborados con patata y/o boniato. Desde fechas anteriores a Santa Úrsula y durante buena parte del invierno se pueden encontrar en diversos locales especializados recién hechos.